El aceite de Mas del Clos nace en medio de un paisaje magnífico, a las riberas del Ebro, un río majestuoso que recorre casi mil kilómetros viajando por entornos variados. Nuestro campo se encuentra entre bosques de matorrales en los que dominan pinos blancos y encinares, serbales, carrascales, margallones y otros arbustos propios de la cuenca mediterránea. Nos situamos en la partida del Ruixols, muy cerca de la ermita de Sant Jeroni la cual ha sido durante siglos sitio de peregrinaje de morenses y morensas (habitantes de Mora de Ebro). Nuestros olivos crecen fuertes gracias al entorno inmejorable que ofrece este territorio: agua, viento y tierra son los ingredientes perfectos para conseguir nuestro mejor aceite. Pero estos elementos no sólo alimentan nuestros árboles, sino que también alimentan a los rebaños de corderos que pastan por nuestros campos, los cuales ayudan aún más a hacer sostenible nuestra actividad.
El clima no es el único factor que ha modificado y ha dotado de carácter nuestras fincas: la historia también lo ha hecho. El paisaje de nuestros campos ha visto pasar árabes, señores feudales, artesanos… Y algunas de las guerras más sangrientas de nuestro territorio. Precisamente, el cortijo de la finca fue convertido durante la Guerra Civil en un hospital de campaña para atender a los heridos durante la Batalla del Ebro.
Podrá encontrar este entorno cargado de naturaleza e historia condensado en nuestro aceite. Degústelo y descubra nuestro paisaje.